LA DEJO...

Paso a paso. Poco a poco. Vamos sumando y subiendo escalones. Escalones que me permiten ver más cerca el inicio de otra etapa. Hoy ha sido la primera vez desde Junio que he salido a pasear por Vilanova sin ayuda externa. Es decir, sin ayuda de LA MULETA. Son muchas semanas con ella a mi lado. Ese objeto me ha acompañado a todos los sitios en los que he estado desde el primer día que la cojí. Ha entrado a todas las habitaciones. Ha visto lo mismo que mis ojos. Basicamente ha sido mi compañera de viaje. Pero...

Pero tenía muchas ganas de dejarla. Hace ya unas semanas que deje a su compañera de mano derecha. Y hoy por fín la dejo a ella. Nunca dejar cosas me ha parecido tan sencillo. Pasear con las dos manos en los bolsillos ha sido mágico. Me ha parecido un ejercicio complejo pero he disfrutado. Como el niño que empieza a andar. Hoy pasarán su primera noche juntas después de tiempo. A su lado, vigilándolas de cerca reposan mis gorras de éste verano. ¡Hasta nunca (espero) compañera!