SE ACABÓ LA TREGUA

A las 8 nos levantamos, llueve y hay mucho mosquito. Recogemos los sacos y las esterillas y, de nuevo, vamos a los lavabos a desayunar. Ya hacía 3 días que la lluvia no aparecía así que hoy tocaba a la fuerza. A las 10:15 salimos lloviendo, con frío y subiendo cuestas. Tocan 40Km hasta Gairloch. Llueve, hace viento y la gente que pasa con el coche se nos queda mirando (seguramente damos un poco de pena) pero no toca otra cosa que pedalear si queremos seguir. Paramos en Audbea en una tiendecita para comprar unos croaissant y una estupenda tarta de manzana. Antes, a 3 millas habíamos parado a comprar pan y embutido.
Son momentos duros, pues vamos calados de arriba a bajo y cada vez que toca pedalear (después de alguna parada) se hace duro. La carretera, A 832, está bien, las vistas son bonitas al mar pero el momento y las circunstancias no nos permiten disfrutar de ellas lo que querríamos.
A las 13:30 llegamos a Gairloch. Vamos a la Tourist Information. Nos informamos de los campings y hostels de la zona para pasar noche. Por la mañana mientras desayunábamos Llorenç había llamado a hostels de la zona pero todos estaban llenos. A pesar de todo no desistimos y seguimos provando suerte aunque no la encontramos. Justo al lado de la oficina hay unas escaleras que nos protegen de la lluvia y nos permiten comernos los bocadillos perfectamente. A las 15:00 volvemos a arrancar por la misma carretera y con la idea de llegar a Kinlochewe. El primer tramo, un tramo “hill” o de subidas y bajas constantes. Luego un tramo que va paralelo al lago Maree que nos queda a mano izquierda. Llueve a ratos y cuando no lo hace vienen los midges (mosquitos) a visitarnos. Vamos que preferimos que llueva y haga viento a que haya mosquitos. Justo antes de llegar a Kinlochewe paramos en el lago para comernos las digestive y hacer un par de fotos. Llegamos a las 17:15 y vamos al camping donde pone un cartel que no admiten tiendas pero por si las moscas entramos y preguntamos. Nos dejan instalarnos en un trozo de hierba que tienen que prácticamente las clavijas no se pueden clavar y nos hacen pagar 16£ por dormir y pegarnos una magnífica ducha. Aprovechamos para hacer la colada y de nuevo cocinamos y cenamos en un lugar que no toca. Esta vez en lugar que tienen en el camping habilitado para fregar los platos. Fuera, es imposible por los mosquitos. Así que una vez más nos “apoderamos” de otro camping. Pasta china y pollo a la plancha con yogur de postres, todo un manjar para lo que estamos acostumbrados durante los últimos días.
Al acabar de cenar nos vamos al PUB del pueblo para tomarnos unas pintas. Antes de irnos a dormir recogemos la colada y la ponemos en la secadora. Luego nos vamos a dormir esperando que los midges no molesten demasiado.

76Km en bicileta en 4 horas 30 minutos.